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Calzado de seguridad

¿Por qué elegir un buen calzado de seguridad?

La selección de calzado de seguridad es de vital importancia para garantizar la protección de los pies de los trabajadores durante sus actividades laborales. Es importante tener en cuenta que no todos los calzados son aptos para todas las actividades. Por esta razón, es necesario identificar las necesidades específicas del trabajo a realizar y seleccionar el tipo de protección adecuado para minimizar los riesgos y mejorar la eficiencia. 

Con el fin de estandarizar la calidad y seguridad del calzado de protección, se estableció la norma UNE-EN ISO 20345, que define los requisitos y criterios para que un calzado sea válido y aceptado en el mercado.

¿Qué calzado usar en función de la protección requerida?

No todos los calzados de seguridad son iguales, ni ofrecen la misma protección. Por ello, las normas UNE-EN ISO 20345 y UNE-EN ISO 20347 establecen los requisitos que debe cumplir el calzado de seguridad para garantizar una protección óptima, a través de una clasificación en función de la protección que ofrece el calzado de seguridad. 

Esta clasificación consta de cinco grupos que ofrecen diferentes grados de protección, siendo el grupo S5 el que ofrece el mayor nivel de protección y el grupo SB el de menor protección.  

El grupo SB proporciona una puntera reforzada, mientras que el grupo S1P añade propiedades de resistencia a la perforación. El grupo S1P también presenta propiedades antiestáticas y una zona del talón cerrada para un mayor agarre. 

El grupo S2 incluye las mismas características que el S1, pero con una mayor protección contra la perforación y una absorción de agua mejorada.

El grupo S3 presenta plantillas acolchadas para mayor comodidad y una mayor resistencia a las perforaciones. 

El grupo S4 es un calzado de seguridad en forma de bota con absorción de energía, cualidades antiestáticas y una suela de goma, mientras que el grupo S5 ofrece una protección aún mayor contra la perforación y una suela diferente. 

Es importante tener en cuenta las características específicas de cada grupo y seleccionar el calzado de seguridad adecuado en función de las necesidades de protección requeridas para cada actividad laboral.

Calzado de seguridad

Composición del calzado de seguridad

Uno de los aspectos más importantes a considerar en el calzado de seguridad es la composición de sus materiales. La parte superior del calzado suele estar fabricada en cuero u otros tejidos sintéticos como la microfibra o el Gore-tex. Estos materiales aportan impermeabilidad, flexibilidad y transpiración, lo que resulta esencial en actividades que requieren largas jornadas de trabajo.

Por otro lado, las suelas también son fundamentales, ya que deben ofrecer propiedades antideslizantes para prevenir caídas, además de ser flexibles e impermeables. Para ello, se utilizan materiales como el poliuretano o el termoplástico, que ofrecen una buena resistencia y durabilidad.

La protección de la puntera también es un factor crítico en el calzado de seguridad, ya que es una de las áreas del pie que recibe mayores daños. Por ello, se buscan materiales que ofrezcan mayor protección contra golpes y perforaciones, como las punteras de aluminio o metal.

Finalmente, la plantilla del calzado de seguridad también es importante, ya que debe ofrecer comodidad y absorción de impactos. En la actualidad, se utilizan materiales como el gel o la espuma viscoelástica, que brindan una excelente amortiguación y confort, permitiendo a los trabajadores utilizar el calzado durante largas horas sin causar incomodidad o dolor en los pies.

Características de un buen calzado de seguridad

Un buen calzado de seguridad debe contar con una serie de características apropiadas para ofrecer la protección necesaria en el entorno laboral. Algunas de estas características son:

  1. Ligereza: Es importante que el calzado de seguridad sea ligero para evitar el cansancio y permitir una actuación más rápida.
  2. Transpirabilidad: Es favorable que los pies estén secos y con una temperatura adecuada para evitar riesgos de humedad y altas temperaturas.
  3. Comodidad: El calzado de seguridad debe ofrecer comodidad para poder llevarlos durante largas horas de trabajo.
  4. Antideslizante: La suela debe tener un buen agarre para evitar caídas en superficies resbaladizas o con riesgo de caídas.
  5. Transpirabilidad: El calzado debe permitir que los pies respiren y mantener una temperatura adecuada para evitar la sudoración excesiva y la humedad.
  6. Durabilidad: El calzado debe ser resistente al desgaste y tener una vida útil prolongada para evitar reemplazos frecuentes y costosos.
  7. Flexibilidad: El calzado debe permitir la flexión natural del pie para evitar lesiones y molestias.
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